deambiente.com



PATI DIFUSA - Déjate ser

Opiniones de una lesbiana arrebatada

El voto rosa no es cualquier cosa

jueves, marzo 02, 2006

Creí que ya era el colmo que Alan García estuviese bailando reggaeton en su campaña y que Lourdes Flores se alucinara revolucionaria sexual sólo porque confesó en el programa de Bayly que ha visto películas porno, y me topo con una noticia que es ya no ya: ahora resulta que el señor Ollanta Humala ha dicho que "aceptaría" (nótese que remarco el condicional) las uniones entre parejas del mismo sexo.

¿WHAAAAAAAAAAAAAAAAAAATTTTTTTTTTT?


Cito mi fuente principal, deambiente.com:


"No estoy de acuerdo con el casamiento de homosexuales, pero creo que deben respetarse las particularidades", comentó el candidato presidencial para las elecciones del próximo 9 de abril. Humala, segundo en los sondeos sobre intención de voto para esos comicios, dijo a la prensa extranjera acreditada en Lima que cree que "debe lograrse algo como en Francia, donde se permite un acuerdo".

Pero ¿no se caracteriza la familia Humala precisamente por su homofobia? ¿No para diciendo Antauro, el hermano ausente en la mesa electoral, que nos va a fusilar apenas sus etnocaceristas tomen el gobierno (siempre y cuando él escape de la cárcel o su hermano Ulises Humala gane las elecciones, siendo la primera posibilidad más factible que la segunda)? ¿No dijo papá Isaac, el patriarca de los Humala, el ideólogo que postula la "reinvindicación" de los cobrizos, que iban a fusilar a Bayly? ¿No proviene nuestro nunca bien ponderado candidato Ollanta Humala de una institución autoritaria y homofóbica por tradición como es el ejército? ¿No lo quieren sus electores precisamente por su supuesta "mano dura" contra corruptos, ladrones y maricas?


¿No es demasiado bueno para ser cierto?

Momento, no sean mal pensados por favor. Todos tenemos derecho a discrepar de nuestros parientes, a tener mente abierta y expandirnos a nuevos horizontes. Esto no puede haber sucedido de la noche a la mañana, tiene que haber sido producto de un largo proceso como parte de su preparación como gobernante.

Examinemos.

Primero fue España con su aprobación al matrimonio entre personas del mismo sexo (¡Olé!), luego fue Reino Unido y Elton John ya estaba dando la nota con su novio. Las locas peruanas no se quedaron atrás y se pusieron a chapar en el Parque del Amor el día de San Valentín exigiendo su derecho a arrejuntarse con la venia de las leyes. Más aún, a estas mariconas no les basta figuretear ¡ahora también quieren su curul! ¡Poder gay al congreso! Claro, los medios se encargaron de difundir las imágenes de los candidat@s con su respectivo jefe de partido sonriendo alegremente. Todos de izquierda, of course, progresistas y felices sonriendo a las cámaras.

O sea, por las puras no es, el tema está en boca de todos, hasta de los más conservadores. No es que de la noche a la mañana nuestros candidatos decidieron que van a respetar nuestros derechos y hacer que la iglesia deje de meterse en lo que no le concierne. Como están de peleados los primeros lugares de intención de voto para presidente, hay que ver que si uno baila reggaeton entonces el otro dirá que podría aceptar las uniones homosexuales, y quizás otro traiga a Daddy Yankee en concierto gratuito ¡Yo también quiero ser presidente!

En realidad no se trata de ser pesimistas, si se han acordado de nosotros aunque sea porque han bajado un par de puntos es un buen síntoma, después de todo, ya que se nos empieza a considerar como colectivo dispuesto a exigir sus derechos. Existimos políticamente. Eso no es poca cosa, pero cabeza fría cuando estén frente a la cédula, en la inmensa soledad de la cámara secreta. Votemos por un candidato con propuestas coherentes y realizables y no por promesas ofrecidas según la temperatura de las encuestas. Yo, por lo pronto, ya decidí mi voto. ¡Somos más!