deambiente.com



PATI DIFUSA - Déjate ser

Opiniones de una lesbiana arrebatada

Una mujer no necesita...

lunes, junio 19, 2006

Una mujer no necesita "verse femenina" para estar guapa... Si no, que lo diga K.D. Lang.

Debo confesar que de su producción musical sólo conozco la ultraarchiconocida canción "Constant Craving".




Pero ver cómo sale en esta foto me basta para considerarla guapa. Y es la mejor prueba de que la "femineidad" es un concepto muy difuso, no indispensable como requisito para la belleza.

¿Qué opinan?






Sitio oficial de K. D. Lang

Manual de heterosexualidad para casos de emergencia

viernes, mayo 19, 2006

¡Ay! ¡Qué barbaridad! Cuando me vengo a dar cuenta resulta que ya había pasado mucho tiempo desde mi última aparición. Bueno, ofrezco las disculpas del caso a mis lectorxs, pero es que no imaginan como quedé después de los resultados de las elecciones presidenciales. Sin embargo, mis fans me reclamaban, así que aquí estoy, como nueva luego de la cura de sueño y las terapias de hipnosis.

Dada la coyuntura, la gente ha estado preocupada con la cuestión de la visibilidad y los derechos TLGB, no faltan lxs tragicxs que todo lo ven negro, sobre todo porque cierto sector político nos ha categorizado como trofeo de caza. Además algunxs lectorxs me han hecho ver que no estoy siendo suficientemente comprensiva con la gente que está en el closet, que está bien que una levante su puño y grite ¡libertad! con traje leather en plena marcha del orgullo, pero debo acordarme también de quienes se acurrucan aún dentro del clóset.


De modo que he decidido elaborar esta manual para casos de emergencia:


¿Te van a desheredar por salirte del buen camino? ¿Un local de etnocaceristas ha abierto al lado de tu casa? ¿Judith de la Matta y Elena Tasso de Humala conducen juntas el Ministerio de la Mujer?


¡No hay problema: aquí llega el manual de los manuales!



Como verse heterosexual y no morir en el intento.

Tips para despistar a cualquiera:

1. La ropa: ¿Quién dice que el hábito no hace al monje? ¡Al tacho con toda esa ropa holgada! ¡Muestra tu cuerpo! ¿Qué tienes sobrepeso? ¡Qué importa! La actitud es lo que cuenta.

2. Compra por kilos camisetas de Hello Kitty, Garfield, Floricienta y rellena con ellas tu ropero.

3. Lo Pink es la clave, el rosado es EL color, y si es eléctrico, mejor. Va con todo: polos, pantalones, bufandas, zapatillas (no se incluyen chimpunes).

4. Di en voz alta, delante de familiares, vecinos y amigos; y cuantas veces sea necesario lo sexy que te parece Daddy Yankee... ¡Pero no te vistas como él!

5. Tú no ves The L Word. ¡Tú ves Gilmore Girls!

6. Siempre serás la primera en tener entradas para el concierto de Alejandro Sanz, Sin Bandera, Alberto Plaza, La Oreja de Van Gogh... ¡Rossana no, por favor!

7. Acostúmbrate a decir "Qué liiiindo" cuándo veas a Christian Meier en la tele, si es posible emítelo en tono chillón. Un saltito de excitación con sonrisa amplia no estaría nada mal.

8. Tú no sabes reparar NADA. Cuando se malogre algo en casa, así sea un foco quemado, pon cara de estar leyendo las instrucciones en árabe para construir un reactor nuclear, e inmediatamente di con cara de fastidio que se necesita "UN HOMBRE". No electricista, mecánico o gasfitero. UN HOMBRE.

9. Que siempre se te vea con el dedo índice enroscándose en un mechón de tus cabellos.

10. SIEMPRE al lado de tu firma en el hotmail debe ir cualquiera de los siguientes símbolos: rosita, labios, abrazo, etc.

11. Que siempre se te escuche cantando las canciones de Floricienta.

12. O en su defecto: "... y soy rebelde cuando no sigo a los demás y soy rebelde...".

13. Adopta el look de Ramona.

14. Di que quieres ser como Ramona (no confundir con que te quieres agarrar a Ramona).

15. Si están viendo una telenovela delante de ti, pregunta si la protagonista ya encontró a su verdadera madre. (No importa la telenovela, si es de Televisa la protagonista SIEMPRE encontrará a su verdadera madre en el transcurso de la trama.)

16. A la menor palmadita o cosquilla que te hagan tus amigos o seres queridos reacciona inmediatamente contorsionando el rostro y con la frase "Ayyyyy... Qué tosc@ eres" (utiliza el mismo tono de voz que en el tip de Christian Meier).


Si sigues al pie de la letra estos tips, el éxito estará asegurado y hasta Maju Mantilla parecerá una butch a tu lado. ¡Suerte!

El voto rosa no es cualquier cosa

jueves, marzo 02, 2006

Creí que ya era el colmo que Alan García estuviese bailando reggaeton en su campaña y que Lourdes Flores se alucinara revolucionaria sexual sólo porque confesó en el programa de Bayly que ha visto películas porno, y me topo con una noticia que es ya no ya: ahora resulta que el señor Ollanta Humala ha dicho que "aceptaría" (nótese que remarco el condicional) las uniones entre parejas del mismo sexo.

¿WHAAAAAAAAAAAAAAAAAAATTTTTTTTTTT?


Cito mi fuente principal, deambiente.com:


"No estoy de acuerdo con el casamiento de homosexuales, pero creo que deben respetarse las particularidades", comentó el candidato presidencial para las elecciones del próximo 9 de abril. Humala, segundo en los sondeos sobre intención de voto para esos comicios, dijo a la prensa extranjera acreditada en Lima que cree que "debe lograrse algo como en Francia, donde se permite un acuerdo".

Pero ¿no se caracteriza la familia Humala precisamente por su homofobia? ¿No para diciendo Antauro, el hermano ausente en la mesa electoral, que nos va a fusilar apenas sus etnocaceristas tomen el gobierno (siempre y cuando él escape de la cárcel o su hermano Ulises Humala gane las elecciones, siendo la primera posibilidad más factible que la segunda)? ¿No dijo papá Isaac, el patriarca de los Humala, el ideólogo que postula la "reinvindicación" de los cobrizos, que iban a fusilar a Bayly? ¿No proviene nuestro nunca bien ponderado candidato Ollanta Humala de una institución autoritaria y homofóbica por tradición como es el ejército? ¿No lo quieren sus electores precisamente por su supuesta "mano dura" contra corruptos, ladrones y maricas?


¿No es demasiado bueno para ser cierto?

Momento, no sean mal pensados por favor. Todos tenemos derecho a discrepar de nuestros parientes, a tener mente abierta y expandirnos a nuevos horizontes. Esto no puede haber sucedido de la noche a la mañana, tiene que haber sido producto de un largo proceso como parte de su preparación como gobernante.

Examinemos.

Primero fue España con su aprobación al matrimonio entre personas del mismo sexo (¡Olé!), luego fue Reino Unido y Elton John ya estaba dando la nota con su novio. Las locas peruanas no se quedaron atrás y se pusieron a chapar en el Parque del Amor el día de San Valentín exigiendo su derecho a arrejuntarse con la venia de las leyes. Más aún, a estas mariconas no les basta figuretear ¡ahora también quieren su curul! ¡Poder gay al congreso! Claro, los medios se encargaron de difundir las imágenes de los candidat@s con su respectivo jefe de partido sonriendo alegremente. Todos de izquierda, of course, progresistas y felices sonriendo a las cámaras.

O sea, por las puras no es, el tema está en boca de todos, hasta de los más conservadores. No es que de la noche a la mañana nuestros candidatos decidieron que van a respetar nuestros derechos y hacer que la iglesia deje de meterse en lo que no le concierne. Como están de peleados los primeros lugares de intención de voto para presidente, hay que ver que si uno baila reggaeton entonces el otro dirá que podría aceptar las uniones homosexuales, y quizás otro traiga a Daddy Yankee en concierto gratuito ¡Yo también quiero ser presidente!

En realidad no se trata de ser pesimistas, si se han acordado de nosotros aunque sea porque han bajado un par de puntos es un buen síntoma, después de todo, ya que se nos empieza a considerar como colectivo dispuesto a exigir sus derechos. Existimos políticamente. Eso no es poca cosa, pero cabeza fría cuando estén frente a la cédula, en la inmensa soledad de la cámara secreta. Votemos por un candidato con propuestas coherentes y realizables y no por promesas ofrecidas según la temperatura de las encuestas. Yo, por lo pronto, ya decidí mi voto. ¡Somos más!

Yo quiero ser una chica Almodóvar

jueves, febrero 02, 2006


Eso es ya un poco obvio desde el título de este blog, y desde la descripción que lo acompaña. Soy fan de las películas de Almodóvar desde los dos últimos en que he visto la mayoría de ellas. Lo único que había visto hasta entonces eran las repeticiones hasta la saciedad de La ley del deseo que pasaba el canal once (en ese entonces Austral Televisión hoy convertida en la huachafa señal de OkTV).

Pero una vez que me sumergí en el universo Almodóvar sentí que había descubierto una nueva forma de hacer cine, pues todo lo que uno ha visto, gracias al monopolio que tiene el cine hollywoodense de nuestras salas comerciales, se hace agua ante las delirantes tramas de Almodóvar, baste poner como ejemplo una de ellas, la de ¿Qué he hecho yo para merercer esto? historia de un ama de casa, Gloria (interpretada por Carmen Maura), adicta a las anfetaminas, uno de cuyos hijos se dedica a la microcomercialización de drogas y el otro se acuesta con el padre de su mejor amigo además de dejarse adoptar por un dentista pedófilo ¡ante la aprobación de su madre! Esta premisa en el cine de Hollywood sería adoptada bajo el cuadriculado género del drama y nos pasaríamos la película con banda sonora de violines y un final moralizante, pero cuando se trata de Almodóvar no todo es blanco o negro pues a Gloria la acompaña la abuela (Chus Lampreave) que lleva a los niños al bar, coleccciona troncos de árboles y guarda botellas de soda bajo llave. Y como si eso fuera poco nuestra Gloria convive con vecinos como una optimista prostituta que quiere ser estrella de cine y una niña con poderes sobrenaturales.

Ser chica Almodóvar es un sueño de muchas actrices, incluso Gwyneth Paltrow ha manifestado su deseo de querer ser una (¡Que Pedro la escuche!). Ni siquiera necesitas ser mujer para acceder a esa élite. Lo han sido muchos, desde la clásica Carmen Maura, pasando por Chus Lampreave, Bibi Andersen, Cecilia Roth, Victoria Abril, Verónica Forqué, Miguel Bosé y reciéntemente Penélope Cruz y Gael García, el galán mexicano de moda. Patty Diphusa no es interpretada por una actriz, es un personaje literario de un texto donde el director nos presenta a una típica chica Almodóvar que nos cuenta sus peripecias.

Tengo que agradecerle a Clara Lia de http://www.lesmedios.com/, radio lésbica on line, por haberme pasado esta canción de Joaquín Sabina que resume la esencia de lo que es ser una chica Almodóvar. Clara Lia conduce el programa Desde el clóset que va los viernes a las 9pm hora Perú y 3.00am del sábado hora España. Me hizo una entrevista para el programa y, aparte de hacerle cherry a este blog :P, conversamos súper y largo. Transmite desde Juliaca para el mundo a través de lesmedios.com, les recomiendo escuchar su programa.

Enlaces:

Página oficial de Pedro Almodóvar

Lista de Chicas Almodóvar

Sobre Patty Diphusa y otros textos

Aquí puedes escuchar la canción:


Powered by Castpost

Joaquin Sabina
Yo quiero ser una chica Almodóvar

Yo quiero ser una chica Almodovar
como la Maura, como Victoria Abril
un poco lista, un poquitín boba,
ir con Madonna en una limousine.

Yo quiero ser una chica Almodovar
como Bibí, como Miguel Bosé
pasar de todo y no pasar de moda,
bailar contigo el último cuplé.

Y no parar de viajar del invierno al verano,
de Madrid a New York, del abrazo al olvido,
dejarte entre tinieblas escuchando un ruido
de tacones lejanos.

Encontrar la salida de este gris laberinto,
sin pasión ni pecado, ni locura ni incesto,
tener en cada puerto un amante distinto
no gritar ¡que he hecho yo, para merecer esto!

Yo quiero ser una chica Almodovar
como Pepi, como Luci como Bom
venderle al Garbo mis secretos de alcoba,
ponerme luto por un matador.

Yo quiero ser una chica Almodovar
que a su chico le suplique ¡Atame!
no dar el alma sino a quien me la roba,
desayunar en Tifanny's con él.

Y no permitir que me coman el coco
esas chungas movidas de Croatas y Serbios
ir por la vida al borde de un ataque de nervios,
con faldas y a lo loco.

Como Pati Difusa escribir mis memorias,
apuntarme a cualquier tipo de bombardeo
no tener otra fe que la piel,
ni más ley que la ley del deseo.

El radar gay es una farsa

martes, enero 24, 2006

Por alguna razón extraña y ajena a mis cavilaciones la gente nos atribuye ojo de buen cubero a quienes somos de esta especie para reconocernos entre nosotros. Despistados de todo tipo (tanto heteros como homo) imaginan que pertenecemos a la misma secta, profesamos el mismo credo, nos agrupamos en el mismo sindicato y somos de la misma masonería. Y que por eso nos reconocemos.

A eso le llaman radar gay, y es una farsa. Tengo razones para afirmar esto:

1. Nadie sabe exactamente cómo rayos funciona el radar gay, así que en esencia es un concepto vago. La verdad es que ni siquiera las mismas lesbianas están de acuerdo. He oído diversas definiciones, unas menos mesuradas que otras: Que es un conjunto de rasgos que sólo nosotros reconocemos (así como ciertos animales reconocen a sus hijos por el olor); que es una especie de "chip" orgánico que nos permite identificarnos entre nosotr@s (acabo de acordarme de esas películas estadounidenses de robots sicópatas); o que es un "algo" que enciende una alerta cuando estás cerca de alguien como tú (la más vaga de las respuestas y que le da un aire misticoide a la cosa) .

2. La idea de radar gay me remite a una colectividad homogénea en sus atributos principales, es decir al estereotipo. El estereotipo se alimenta de la resistencia a creer que, fuera de la atracción sexual por personas del mismo sexo, no hay ningún otro rasgo decisivo que defina la homosexualidad.

Y esto nos lleva a la tercera razón:

3. El radar gay alimenta estereotipos. La vez pasada una amiga y yo mirábamos a un grupo de chicas que venían de jugar fútbol (les cuento que están creciendo los equipos femeninos) y mi amiga me dice que está totalmente segura de que todas son lesbianas. O sea, porque tienen modales masculinos y se visten con ropa futbolera significa que son lesbianas necesariamente. Si yo fuera hetero me quejaba porque no es posible que por ende se piense que las heteros no hacen o no quieren hacer ese tipo de cosas. Resulta que nosotras mismas estereotipamos.

¡Y luego nos quejamos de los estereotipos!

A propósito de la Tercera Temporada de The L Word

sábado, enero 07, 2006


Ay, sí que me duró la resaca de año nuevo, chicas... Pero aquí estoy de nuevo, de vuelta a la vida, sobre todo porque tenía que hablar de la Tercera Temporada de The L Word que este domingo se estrena en los Estados Unidos.

The L Word es una serie que ha dado mucho que hablar, eso ya lo sabemos, sobre todo aquellas que hemos devorado los capítulos y nos hemos enamorado de algunos de los personajes que acompañaron nuestras febriles fantasías. Todo muy lindo, al final las lesbianas podíamos ver un espacio en donde nos sintiéramos identificadas y qué felicidad, cuánta alegría.

Pero como no todo es color de rosa (o en este caso, lila), una de las mayores críticas que se le ha hecho a la serie es la idealización de los personajes: cuerpos cuasi perfectos, "heterotipadas", alto nivel de vida, etc. Y estas críticas han venido de parte de lesbianas que no han visto con buenos ojos la no inclusión de la diversidad de la comunidad lésbica: es decir, casi no hay butchs (mujeres muy masculinas), el aspecto "heterosexual" (aunque yo no si exista algo que sea EL aspecto heterosexual) que no cuestiona los cánones de la "mujerización" de las mujeres, o sea determinar la condición de mujeres por las formas externas y actitudes en el vestir, caminar, etc, etc. Y sobre todo se dice que no nos representa a las lesbianas.

Pero ¿tendría alguna serie de televisión que representarnos a las lesbianas?

Representarnos me suena a gremio, a sindicato, a que todas hacemos lo mismo y del mismo modo, a que todas jugamos fútbol y escuchamos a t.a.t.u. y vemos (o veíamos) Ellen y adoramos a Rossana. A eso me suena la representación. No confundir, no es que no esté de acuerdo con ciertas críticas a la serie, pero tenemos que diferenciar. El mundo de la televisión norteamericana maneja de por sí los estereotipos, con eso vende, rara vez se apega a lo que sea marginal porque eso no es negocio (los que se creyeron que Avril Lavigne era rebelde que pasen por caja), y ya era demasiado poner a un grupo de chicas abiertamente lesbianas como para también incluir a aquellas que "causan escándalo". Por eso todas tan regias y bonitas y tan bien habladas. Sí, así es el negocio pero uno puede escoger lo que ve.

Lo que sí no me parece es pretender que una serie de televisión, pionera en su especie, pretenda abarcar la diversidad de las lesbianas, tanto sexual como cultural. Yo paso, eso significaría homogeneizar a las lesbianas y meterlas a todas en un enlatado televisivo. The L Word no es el compendio de lesbianismo por excelencia (haciendo referencia a un suceso de la Segunda Temporada), es una serie más y pronto vendrán otras, y mientras más libertad consigamos, la mayor diversidad se irá reflejando en nuestros televisores.

Adelantos de la tercera temporada en este link.

¡Juega con tu propia lesbiana!

jueves, diciembre 22, 2005


¿No sabes que regalar esta navidad? ¿Estás apurada con las compras de fin de año? ¡No te estreses más! He aquí la solución a tus dilemas... Si tu mamá siempre se extrañó de que nunca jugaras con muñecas ¡nunca es tarde para empezar!

Como ya dije antes, las mejores cosas en internet se encuentran de casualidad. Ahora me topé con esta página estadounidense: DykeDolls (Dyke en jerga del idioma inglés significa tortillera): la primera serie de figuras de acción lesbianas. Como para que a Barbie se le corra el maquillaje y más que eso, porque las muñequitas en cuestión, aparte de tener una facha muy butch (masculinizada), tienen también algunos "accesorios" que harían que la reina de las muñecas lo piense dos veces antes de volver con Ken. Y yo que estaba picona porque Pinkpollo había encontrado una de muñequitos gay y yo no.

Como promoción de la diversidad en los juegos infantiles (y no tan infantiles) no está mal, sin embargo me pregunto por qué todas las muñequitas que tienen son butchs, digo, después no me vengan con que los estereotipos. ¡Y que bajen los precios! Porque si siguen así, sólo me queda robarle la ropa a Action Man y ponérsela a mis Barbies. He dicho.

Por cierto, muy curioso el loguito ¿no?